
La equinácea es una de las plantas medicinales que no pueden faltar en la época de otoño e invierno ya que su principal capacidad es aumentar las defensas, fortaleciendo el sistema inmunológico y esto es algo esencial en los cambios de estación, más que todo en las temporadas frías donde nuestras defensas tienden a debilitarse.
Es por esto (y más), que remedios caseros de esta planta como la infusión de equinácea, no pueden faltar en estas épocas del año.
¿Cómo preparar una infusión de equinácea?
Ingredientes:
- Dos cucharaditas de equinácea.
- Una taza de agua.
Pasos:
- Echamos el equivalente a una taza de agua a un cazo y la ponemos a calentar.
- Una vez que el agua esté hirviendo, añadimos las cucharaditas de equinácea y dejamos hervir durante dos minutos.
- Una vez culminado este tiempo, apagamos el fuego y dejamos la bebida en reposo alrededor de unos 3 minutos.
- Por último colamos la bebida y la servimos al gusto. Se le puede añadir un poquito de miel al gusto para endulzar.
Es ideal ingerir esta infusión antes de ir a dormir.
Propiedades de la infusión de equinácea
- Aceite esencial: Este es el responsable de su acción estimulante al sistema inmunitario.
- Equinacósido.
- Glucósido con una potente acción antibiótica.
- Poliacetilenos: Bactericidas y fungicidas.
- Factor inhibidor de enzimas que hace a la planta capaz de bloquear la difusión de los gérmenes por los tejidos.
- Acción cicatrizante y regeneradora.
- Acción antiinflamatoria y antiedematosa.
- Acción antitérmica.
- Acción analgésica.
¿Para qué sirve la infusión de equinácea?
- Una infusión de equinácea es básica para tratar resfriados. Se recomienda ingerir 3 tazas diarias hasta que el resfriado cese.
- Para cicatrizar heridas se recomienda ponerse un emplasto de hojas frescas directamente sobre las zonas afectadas.
- Para ayudar a desinfectar heridas es de utilidad poner a reblandecer la planta fresca en alcohol de 90° y aplicar diluidas sobre la herida. Aplicar solamente en uso externo.
Contraindicaciones de la infusión de equinácea
- Esta planta está contraindicada en casos de trastornos sistémicos progresivos y en enfermedades como tuberculosis, esclerosis múltiple, SIDA, etc.
- Administrar esta planta por vía parenteral puede producir reacciones febriles, náuseas, vómitos e incluso shock alérgico. A las mujeres embarazadas y en época de lactancia se les desaconseja la administración de la equinácea por esta vía. Así como también a niños menores de dos años, a individuos con propensión a alergias y a personas diabéticas.