
Pertenecen al subgénero Oxycoccus, que a su vez forma parte del género de arbustos Vaccinium de la familia de las ericáceas, de donde también conocemos frutos como los madroños. Esta es la carta de presentación de los Vaccinium oxycoccus, mejor conocidos como arándanos rojos. No hay que confundirlos con los Vaccinium corymbosum o arándanos azules, porque aunque parecidos, cuentan con propiedades diferentes.
El origen del arándano rojo, o más concretamente su fama, se remonta al tiempo en que los indios americanos los mezclaban con carne de ciervo para elaborar un alimento energético y consumirlo durante sus largos viajes para cazar. Años más tarde, cuando a principios del siglo XVII el Mayflower entró en contacto con estas tribus, los peregrinos descubrieron los poderes del arándano como medicina tradicional.
Tabla de contenidos
Propiedades de los arándanos
Las propiedades medicinales y curativas de los arándanos proporcionan a este alimento una oportunidad ideal de beneficiarnos en nuestra salud:
- Antioxidantes
- Antiúlceras
- Anticancerígenos
- Antiedad
- Antilitogénicos
- Antiinflamatorios
- Diuréticos
- Digestivos
La planta de los arándanos y sus partes
El arándano, tanto rojo como azul, es un arbusto cuya altura nunca suele superar el medio metro si hablamos de arándano bajo y llega a alcanzar los dos metros y medio si hablamos de arándano alto. Sus hojas son simples, generalmente de un verde que desprende un atractivo brillo. Tienen flores, en forma acampanada, y suelen ser blancas, rosas, púrpura o rojizas.
El arbusto del arándano abunda en las zonas septentrionales de Europa, de Asia y de América, aunque lo cierto es que se adaptan también bastante bien a todo tipo de zonas, pues incluso los encontramos en zonas árticas y tropicales. Así pues, soportan muy bien las heladas (aunque no tanto los vientos) y el terreno donde mejor se desarrollan es aquel que contiene un pH más bien ácido.
¿Para qué sirven los arándanos? Usos y beneficios para la salud
Tanto el arándano rojo como su “pariente” el arándano azul son tomados frecuentemente en zumos, batidos y postres. En el caso del azul, incluso en crudo, pero en los rojos esto no es tan recomendable debido a su sabor extremadamente ácido. No obstante, y más allá del mero alimento, los arándanos rojos tienen varias propiedades que los convierten en una opción muy interesante para nuestra salud. Estos son algunos de los usos del arándano que se conocen en la actualidad:
Uso de los arándanos para las infecciones de orina
Este es, casi con total probabilidad, el uso que más se conoce del arándano rojo y también el que más gente ha puesto en práctica. Y es que incluso hay compuestos médicos que cuentan con arándano rojo entre sus ingredientes para combatir las infecciones de orina.
Esto es debido a que las propiedades antimicrobianas de esta fruta la hacen muy útil para acabar con las bacterias que causan las infecciones de orina, para desinflamar el sistema urinario y, en definitiva, para acabar con la cistitis. Lo consiguen gracias a su poder para aumentar la acidez de la orina haciendo así que se dejen de reproducir las bacterias y que la orina no escueza tanto.
Uso de los arándanos para mejorar nuestra vista
Debido a sus propiedades antioxidantes y a componentes que contiene como las proantocianinas, los arándanos rojos son unos buenos aliados para proteger nuestra vista de posibles enfermedades y para, al mismo tiempo, conservar nuestra buena visión.
Consiguen, en este sentido, reparar el daño que el sol hace en nuestra retina, mejorar el flujo sanguíneo que llega a nuestro ojo e incluso aumentar la producción de colágeno que origina la ya mencionada retina. Por lo tanto, es muy recomendable para que la gente que pasa muchas horas delante de un ordenador por trabajo proteja su vista.
Uso de los arándanos para retrasar el envejecimiento
Como estamos comprobando, una de las propiedades por las que más se conoce al arándano rojo es la de ser antioxidante. En este caso, dichas propiedades junto a otros fitonutrientes que contiene esta fruta ayudan a que el envejecimiento tarde en llegar a nuestro organismo.
Así no solo se consigue lucir más jóvenes físicamente, sino también protegernos de enfermedades crónicas estrechamente ligadas con la vejez como puede ser la falta de memoria, un empeoramiento de la vista o la falta de coordinación. Esta fruta es, sin duda, una de las más ricas que existen con estas propiedades.
En este sentido, también son válidos para prevenir enfermedades del corazón, mejorar nuestra salud cardiovascular, prevenir algunos tipos de cáncer o incluso mejorar nuestro estado ante etapas de estrés o ante exposiciones frente a radicales libres y contaminantes.
Uso de los arándanos para el correcto estado de nuestra salud bucal
Hay un componente dentro del zumo que se extrae del arándano que resulta altamente recomendable para velar por nuestra salud bucal. De hecho, se ha demostrado que estas propiedades ayudan a que las bacterias que causan la placa dental desaparezcan.
Por tanto, agregar el arándano rojo a nuestra dieta resultará beneficioso para ayudar a disminuir nuestras caries y mejorar la higiene general de nuestra boca, contribuyendo además a evitar enfermedades de encías e incluso la halitosis.
¿Cómo tomar arándanos? Los mejores remedios caseros
Si no queremos tomarlo crudo, pues ya indicábamos que a veces es demasiado ácido (aunque podemos esperar a que madure, que es cuando se suaviza su sabor) o si queremos ir más allá del típico preparado de zumo de arándanos, hay otras muchas maneras en las que podemos incluir el arándano rojo en nuestra dieta del día a día. Os mostramos algunos de los remedios caseros más beneficiosos actualmente:
Infusión de arándanos rojos
Ya sea tanto para una mejora en los procesos de cistitis, como para aprovecharnos de sus beneficios como antioxidante o como alimento digestivo y diurético, una infusión de arándanos es una estupenda manera de hacerlo de forma rápida y efectiva.
La infusión es muy sencilla de preparar, dado que solo necesitamos un vaso de agua, tres arándanos y algunas hojas de la planta del arándano para llevarla a cabo. Una vez tengamos los ingredientes, ponemos el agua a hervir y trituramos en una tetera tanto las hojas de arándano como los arándanos propiamente dichos. Cuando el agua haya hervido, la vertimos en la tetera y la dejamos que siga hirviendo durante diez minutos. Después, dejamos reposar el contenido, lo colamos, lo endulzamos como más nos guste y… ¡Listo!
Compresas de arándanos rojos
Como antiinflamatorio y antibacteriano, el arándano rojo es muy útil también para aplicárnoslo en heridas que tengamos recientes y notemos cómo rápido disminuye no solo su hinchazón, sino también el dolor que nos puedan producir.
Así, con una cucharada de raíz de arándano (fácil de obtener, sobre todo en herboristerías) bien limpia y medio litro de agua, podemos llevar a cabo una preparación que nos resultará muy útil. Tenemos que hervir el agua, echar la raíz y dejarla reposar durante diez minutos. Después, mediante compresas, aplicamos este líquido en la zona afectada y notaremos cómo nuestras heridas, llagas, cortes o quemaduras empiezan a mejorar enseguida.
Zumo de arándanos
Si no nos acaban las infusiones, estamos cansados de ellas o simplemente queremos incluir algo más fresquito en nuestro menú antioxidante, un zumo de arándanos rojos es la opción perfecta porque además, ¡son sabrosísimos!
Necesitamos, en este caso (porque hay muchísimas recetas diferentes que podemos llevar a cabo), un kilo de arándanos, un vaso grande de agua bien fría, el zumo de medio limón y un poquito de azúcar. Cuando tengamos reunidos los ingredientes, limpiamos bien los arándanos y los introducimos en nuestra licuadora junto al agua fría, un poquito de azúcar (o edulcorante, si así se prefiere) y el zumo de medio limón para conseguir que el arándano no se oxide.
Cuando estos queden perfectamente triturados, vertemos el contenido en una jarra y ya lo tenemos listo para empezar a bebérnoslo y disfrutar tanto de sus propiedades, como de su exquisito sabor.
Mascarilla hidratante de arándanos
Por último, también podemos aprovechar los arándanos rojos para hidratar en profundidad nuestra piel. Para ello tendremos que reunir 50 gramos de esta fruta junto a una cucharada de avena (cereal con múltiples propiedades beneficiosas) y una cucharada del siempre milagroso aceite de oliva.
Echamos todo en un recipiente en el que podamos mezclarlo y, cuando se haya batido de manera que se haya obtenido una pasta, nos aplicamos con cuidado esta mascarilla en todo nuestro rostro y la retiramos con abundante agua fría después de quince minutos.
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Contraindicaciones de los arándanos
- No es adecuado el abuso de arándanos rojos en mujeres embarazadas.
- No se recomienda que las mujeres en período de lactancia consuman arándano rojo.
- Si se está tomando algún medicamento o un tratamiento anticoagulante no debemos tomar arándano rojo sin consultar con especialistas.
- Hay que tener cuidado con el consumo de arándanos si somos alérgicos al ácido acetilsalicílico, que está muy presente en los arándanos rojos.
- Los arándanos pueden aumentar el riesgo de cálculos renales.
- El consumo de los arándanos rojos puede aumentar la vitamina B12 y causar problemas a las personas que sufren gastritis de una manera frecuente.